Frutas antioxidantes naturales
agosto 28, 2013
Dos razones de última hora.
► Algunos antioxidantes son hasta 50 veces más potentes que las vitaminas E y C. En efecto, está comprobado que las proantocianidinas, sustancias contenidas en las semillas de uva y en la corteza del pino marítimo, son 50 veces más eficaces que la vitamina E y 20 veces más que la vitamina C. Estos flavonoides han sido muy estudiados y no presentan ninguna toxicidad. La dosis recomendada del extracto de semillas de uva es de 150 a 200 mg diarios.
► ¿Pueden los antioxidantes interferir negativamente sobre los efectos de la radiación y la quimioterapia? En teoría, pueden frenar a los radicales libres ayudando a eliminar las células cancerosas, como las vitaminas C y E, que parecen mejorar el efecto de la quimioterapia. Además, la radiación y la quimioterapia reducen o agotan los antioxidantes, por lo que sería necesario tomar suplementos para mantener los niveles. Sin embargo, ciertos oncólogos han tomado un compromiso: nada de antioxidantes durante la quimio o la radiación, pero sí durante los des- cansos de la terapia.
Que significa antioxidante
agosto 26, 2013
Lo que debes saber para “engancharte” a ellos.
1 ¿Cuáles son las mejores fuentes alimenticias de antioxidantes? Las frutas y verduras de color intenso contienen la mayor cantidad de carotenos y bioflavonoides, aunque todas gozan de una buena dosis de vitaminas A y C. Los aceites vegetales y los frutos secos son las mejores fuentes de vitamina E, mientras que las legumbres, los cereales integrales, los huevos y la soja reúnen la mayor cantidad de vitaminas del grupo B. Arándanos, fresas, frambuesas y zarzamoras almacenan un gran contenido de bioflavonoides. Algunas hierbas como el ginkgo bi-loba y el ginseng son muy conocidas como antioxidantes, y ciertas especias como el orégano aportan bioflavonoides. Los mariscos, moluscos y el pescado marino son una buena fuente de minerales antioxidantes, lo mismo que la leche y la carne.
2 ¿Son necesarios los suplementos? Muchos estudios han ensalzado el poder de los suplementos antioxidantes para prevenir ciertas enfermedades como el cáncer o los riesgos cardiovasculares. Sin embargo, se considera que una dieta rica en frutas y verduras es capaz de aportar toda la cantidad de antioxidantes necesaria, a excepción de la vitamina E, que se encuentra sobre todo en productos grasos como frutos secos y aceites vegetales.
3 ¿Todos los antioxidantes trabajan de la misma forma? No. Algunos son solubles en agua como las vitaminas B y C, que se eliminan diariamente, y otros, en grasa, como las vitaminas A, D, E y K. Estas últimas pueden ser almacenadas durante un tiempo en el organismo. Otros, como el ácido alfa-lipoico, un aminoácido constituyente de las proteínas, conocido como el “antioxidante universal”, puede introducirse en cualquier parte del organismo gracias a su exclusiva característica de ser soluble en agua y grasa. Además, actúa sinérgicamente con las vitaminas C y E, potenciando sus propiedades y conservándolas.
4 ¿Es bueno tomarlos combinados? La combinación de antioxidantes es la mejor manera de atacar los radicales libres y la más natural, ya que a través de la dieta los ingerimos combinados. Además, actúan mejor en equipo. Así, por ejemplo, el ácido alfa-lipoico restaura el uso de la vitamina C para aumentar su potencia, y a su vez las moléculas de vitamina C se sacrifican para que la vitamina E cumpla su función. Incluso la coenzima Q10 reduce la demanda corporal de vitamina E.
5 ¿Los suplementos pueden interferir con algunas medicinas? Sí, son capaces de aumentar o disminuir los efectos de algunas medicinas o hierbas. La vitamina E, el ginkgo y la aspirina tienen la facultad de diluirla sangre, mientras que la vitamina C estimula la producción de glutatión, que puede acelerar el colapso de algunos fármacos en el hígado. Y los antiácidos, antibióticos y anticonceptivos orales pueden alterar la absorción de las vitaminas del grupo B. En general, las medicinas destruyen con facilidad las vitaminas A, C, E, B6 y el ácido fólico, así como los minerales magnesio, potasio, se-lenio y zinc, esenciales por su actividad antioxidante. Si estás tomando alguna medicina, no la dejes de golpe: consulta con tu médico.
6 ¿Son capaces de mejorar la forma física? No pueden mejorar el tono muscular, pero pueden ayudar a reducir el nivel extra de radicales libres que genera el ejercicio, debido a una mayor combustión de oxígeno y a la quema de azúcar y grasa. Un estudio encontró que una dosis alta de vitamina E previene el daño que causan los radicales libres en el ADN, tras analizar a un grupo de hombres que realizaron ejercicio hasta caer exhaustos.
7 ¿Es cierto que benefician a los asmáticos? Según un reciente estudio israelí, los suplementos de vitamina C y de betacaroteno, junto con el ejercicio, pueden reducir los síntomas del asma en algunas personas. La razón es que se han encontrado altos niveles de radicales libres en personas con asma. Ahora sabemos que cuando los tejidos irritadps aparecen inflamados y rojos se debe a que se ha liberado una carga adicional de radicales libres que sobrecargan el cuerpo. Si no hay suficientes antioxidantes para contrarrestar la inflamación, ésta se vuelve crónica.
8 ¿Qué pasa si se toman en exceso? Harman encontró que altas dosis de antioxidantes sintéticos reducen el número de reacciones productoras de energía en el organismo. Otros estudios han mostrado que demasiada vitamina E conduce a episodios de fatiga y que el selenio en dosis elevadas también puede ser tóxico. Por otra parte, se ha constatado que altas dosis de carotenos ponen la piel amarilla.
¡Ojo con los excesos! Pueden resultar tóxicos.
Las frutos secos son muy ricos en vitamina E.
Que son los radicales libres
agosto 23, 2013
Frente al calendario, dieta verde.
Frutas y verduras son sus principales fuentes. Tómalas a diario.
¿Cómo podemos protegernos de los radicales libres?
¿Cómo podemos protegernos de los radicales libres?
Mejorando nuestra dieta. La mayoría de los antioxidantes son nutrientes que se encuentran en los alimentos. Lo son las vitaminas A, C, D y E; el grupo de minerales formado por setenio, potasio, magnesio, manganeso y zinc, y los polifenoles y los bioflavonoides.
Otros los fabrica el propio cuerpo, como la albúmina, el ácido ascórbico, la bilirrubina, los carotenoides, los grupos sulfurados, las hormonas melatonina y DHA, ciertas enzimas como la coenzima Q10 y sustancias químicas sintéticas (glutatión, los nitróxidos y la acetilcisteína).
Los mecanismos de defensa an-tioxidativos protegen en cuatro frentes. Primero, impiden que los radicales libres se formen y que ciertos metales (cadmio, mercurio, cobre y plomo) inicien procesos de oxidación. Segundo, frenan la cadena de reacciones oxidativas que darían lugar a la creación de otros radicales libres. Tercero, detienen las lesiones causadas por los oxidantes, asegurándose de que las toxinas sean eliminadas. Cuarto, eliminan y reemplazan las moléculas dañadas de forma irreversible, a la vez que limpian y eliminan las sustancias indeseables generadas en el proceso.
Los mecanismos de defensa an-tioxidativos protegen en cuatro frentes. Primero, impiden que los radicales libres se formen y que ciertos metales (cadmio, mercurio, cobre y plomo) inicien procesos de oxidación. Segundo, frenan la cadena de reacciones oxidativas que darían lugar a la creación de otros radicales libres. Tercero, detienen las lesiones causadas por los oxidantes, asegurándose de que las toxinas sean eliminadas. Cuarto, eliminan y reemplazan las moléculas dañadas de forma irreversible, a la vez que limpian y eliminan las sustancias indeseables generadas en el proceso.
Alimentos antioxidantes
agosto 22, 2013
Combate los radicales libres con frutas, verduras, aceites vegetales…
ANTIOXIDANTES: los nutrientes de la eterna juventud.
Si haces una dieta sana, no será necesario que tomes suplementos de vitaminas ni minerales.
Si haces una dieta sana, no será necesario que tomes suplementos de vitaminas ni minerales.
¿Todavía crees que envejecemos día a día? Aunque no podamos parar el reloj, la ciencia nos ha demostrado que, en realidad, lo hacemos célula a célula. Con esta buena noticia, el camino para frenar el proceso de envejecimiento no ha hecho más que empezar y el primer paso es prevenir los estragos que causan los radicales libres a las células del organismo, con la ayuda de los antioxidantes. Descubre en qué alimentos puedes encontrarlos.
La historia de los radicales libres nació en 1954, cuando el doctor Denham Harman declaró que “el envejecimiento está causado por reacciones de radicales libres, generados por el ambiente, la enfermedad y las reacciones intrínsecas al proceso de envejecimiento”. A pesar de sufrir el rechazo de colegas y especialistas, convencidos de que el proceso procedía del entorno externo y no era un producto de procesos biológicos normales, hoy sabemos que son incontables las enfermedades degenerativas que están relacionadas con los daños provocados por los radicales libres: artritis, cataratas, diabetes, cáncer, esclerosis múltiple, Alzheimer, la arteriosclerosis o síndrome de fatiga crónica. Sin embargo, gracias a la advertencia de Harman, hoy contamos con un arma infalible para hacerles frente: los antioxidantes, unas poderosas sustancias capaces de bloquear y reducir el exceso de radicales libres en el organismo para frenar su degeneración y el envejecimiento prematuro.
Más radicales libres = más achaques.
Los radicales libres son moléculas en las que existe un electrón sin pareja orbitando alrededor del átomo. Con el fin de formar un enlace, la molécula trata de robar otro electrón. Por desgracia, el radical libre lo obtiene de las sustancias de nuestro organismo y, en el proceso, crea un pequeño agujero en la pared celular, cambia la química de las mitocondrias (la fuente energética de las células) o arrebata un trocito de ADN del núcleo. Si se multiplican esos daños diminutos por los millones de radicales libres que se crean cada segundo, consiguen que el cuerpo se oxide.
Cuando el cuerpo transforma el oxígeno en energía se generan una serie de productos residuales, los radicales libres, unos oxidantes peligrosos que causan daños en las células. También pueden entrar en el organismo a través del humo del tabaco, de compuestos químicos volátiles (gasolina) y de diferentes tipos de radiación, entre los que se incluyen los rayos ultravioleta del sol.
Los radicales libres son moléculas en las que existe un electrón sin pareja orbitando alrededor del átomo. Con el fin de formar un enlace, la molécula trata de robar otro electrón. Por desgracia, el radical libre lo obtiene de las sustancias de nuestro organismo y, en el proceso, crea un pequeño agujero en la pared celular, cambia la química de las mitocondrias (la fuente energética de las células) o arrebata un trocito de ADN del núcleo. Si se multiplican esos daños diminutos por los millones de radicales libres que se crean cada segundo, consiguen que el cuerpo se oxide.
Cuando el cuerpo transforma el oxígeno en energía se generan una serie de productos residuales, los radicales libres, unos oxidantes peligrosos que causan daños en las células. También pueden entrar en el organismo a través del humo del tabaco, de compuestos químicos volátiles (gasolina) y de diferentes tipos de radiación, entre los que se incluyen los rayos ultravioleta del sol.
Los daños que causan los radicales libres son muchos y de distinta naturaleza. Atacan a la pared cefular, causando la muerte prematura de la célula. Si consiguen entrar en el núcleo, dañan su material genético, o bien atacan a un gen, destruyendo su información codificada e impidiendo que el ADN se enlace a una cadena proteica que no puede replicar (mecanismos presentes en el desarrollo del cáncer). Los adipocitos de la sangre y los tejidos grasos son también su blanco, convirtiendo el colesterol LDL en un grumo pegajoso que se adhiere a la pared arterial, causando arteriosclerosis, trastornos cardiacos y trombosis. Las mitocondrias también resultan dañadas, provocando cansancio en el organismo y dificultades para combatir las enfermedades. Y, por último, atacan a los lisosomas, pequeños paquetes de enzimas del interior de la célula, dando lugar al envejecimiento.
Incluso la fatiga puede surgir de los radicales libres.
Café antioxidante
agosto 20, 2013
Si quieres antioxidantes, opta por el café.
Su contenido es muy superior al del té verde.
Su contenido es muy superior al del té verde.
¿Te preocupa el paso del tiempo o estás interesado en prevenir enfermedades como el cáncer o el Alzheimer? Si es así, seguro que intentas que tu alimentación contenga buenas dosis de antioxidantes. Debes saber que el café es uno de los alimentos con más niveles de ellos, según un estudio realizado por el Centro de Investigación de Nestlé, en Lausana (Suiza). En concreto, se calcula que los antioxidantes del café son cuatro veces más numerosos que los del té verde, una bebida de la que siempre se ha destacado precisamente su contenido en antioxidantes. Frutas, verduras, cereales integrales y nueces son otros alimentos ricos en estas sustancias.
¿Te gusta tomarte una tacita de vez en cuando? Mejor para tu salud.
"DIOS NOS CURA"
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